2017/06/24

Mi libro de texto.


Constancia de que mis padres eran increíblemente generosos, como verán no fui a la escuela más aplicada y hasta el día de hoy tengo muchas faltas de ortografía, que se podía esperar de una escuela que extiende recibos por concepto de cuota "Boluntaria".


La cuota alcanzaba para sellos que de alguna manera marcan tu infancia. 



Los libros estaban llenos de ilustraciones que provocaban la imaginación, es el caso de estos seres de largas piernas y doble cuello. En el dibujo de abajo podrían pensar que dibujaba desproporcionadamente, pero lo real, si lo ven con detenimiento, esta perfectamente proporcionado con respecto a la imagen de arriba.




La imagen de arriba esta más proporcionada, sin embargo es bastante mas abstracta como para no usarla de referencia para proporcionar mis dibujos, en todos los casos no hay aparatos reproductores, genitales o como gusten llamarlos, eran tabú.



Las ilustraciones de Palomo me gustaban mucho (hasta la fecha), con tantas rayitas me parecían unos dibujos muy detallados. Había tantas historias que se desarrollaban en cada viñeta que los textos no alcanzaban para contar cada una.




 Siempre había modo de participar de estas historias y yo me decía ¿te caí que puedo escribir sobre el dibujo? Los libros eran muy permisiosos.


Entonces tome la iniciativa de hacer mis primeros ejercicios de historieta, con perdón de Dzib.



Inventé mis primeros personajes.








Agregaba elementos faltantes en las imágenes.


Sin embargo los diablos y las mutaciones no son bien vistas por el cuerpo docente, habla de un trastorno psicológico y mandaron llamar a mis padres, mi sello del aseo iba a ser sustituido por el degradante sello de un puerquito sucio. 

-Siiiiii, que me lo pongan. Yo quería toda la colección de sellos.




2017/06/19

Mi retrato.


Recorriendo el museo de Culturas Populares. Foto por Olivia Romero.