2013/08/09

Caricaturas

Cuando comencé a dibujar, deseaba dibujar como Miguel Angel o Leonardo Da Vinci, dibujar un realismo casi fotográfico, suponía que eso era hacer arte, la caricatura en cambio me parecia algo muy sencillo, casi sin importancia, que los dibujantes de caricatura, eran dibujantes flojos y conformistas, hasta que entre al estudio de animación La Mamá de Tarzán, ahí comprendí que la caricatura era cosa seria y metódica, parte del entrenamiento consistía en hacer las caricaturas de nuestros compañeros en el estudio, algunas fisonomías representaban un verdadero reto. A partir de ese momento comencé a coleccionar las caricaturas que me hacían otros dibujantes. A la derecha mi caricatura por Adolfo Díaz, animador en el estudio La Mamá de Tarzán. Abajo a la izquierda la interpretación de Horacio Sandoval, dibujante de comics y a la derecha el dibujo de Fabian Cordero, fotógrafo que supo captar mis principales rasgos "sin saber dibujar".


En mis años como maestro de ilustración me he dado cuenta que todos tenemos esta capacidad de dibujar con intención, no importando las habilidades técnicas con que se cuente al momento de dibujar, siempre y cuando se dibuje observando a profundidad el modelo, en cada una de estas imágenes yo estaba ahí, enfrente o a un lado del dibujante, casi siempre las de perfil las dibujaron sin que yo me diera cuenta. Abajo a la izquierda el dibujo de Libra, dibujante de Durango y abajo a la derecha una de mis favoritas de Federica Bordoni, ilustradora italiana, que me dibujó en una servilleta, es en si mismo un arte objeto, elemento poco valorado,  Mercedes Marín afirma que "las mejores ideas surgen en una servilleta" y reconozco que así me a resultado siempre.


Arriba la caricatura de Jorge Manjarrez y su autorretrato, abajo la versión a colores en IES Moda.


Abajo la más reciente de mi querido amigo Mauricio Gómez Morín. Por cierto que mi cara ya es muy redonda y eso me recuerda que tengo que hacer algo al respecto. Siempre había tenido un conflicto con mi rostro o con mi propia  imagen, todos mis familiares reconocían mi parecido con mi padre, casi deteste ir a visitar a mi abuela en cuanto la saludaba de beso en la mejilla me tomaba el rostro con sus manos para repetirme  "tú papá a esa edad era igualito a ti", siempre sentí que eso me restaba mi propia personalidad, al principio de mi carrera cuando otros empezaron a dibujarme para mi fue un shock, me costaba trabajo reconocerme me di cuenta que me tomaba muy en serio y que reconocer mi caricatura era perderme el respeto a mi mismo, a mis amigos les causaba gracia que me podían dibujar con tres líneas, yo no podía creer que fuera yo tan simple, después comprendí que ahí justo estaba el secreto de la caricatura, en la simplicidad. 



Pero fue sin duda la caricatura de Lionel  Le Néouanic, ilustrador francés, la que más me a sorprendido por la sintetiz a un grado máximo de mis propios rasgos, es esta caricatura la que dio pie a una serie de re-interpretaciones propias.



Según Rodríguez Diéguez en su libro "El cómic y su utilización didáctica", hay cinco niveles de iconicidad, siendo el primero el de la representación fotográfica, el quinto y último el de las representaciones no figurativas, colores y formas ordenadas de tal manera que causan una emoción en el espectador. La caricatura, o mejor dicho, los personajes de caricatura representan, el tercer nivel de iconicidad que caracteriza al subgénero de la historieta conocido como "humorístico"(1). Scott McCloud en "Entender el Comic", afirma que "cuando miras una foto o el dibujo realista de una cara, lo vez como la cara del otro, pero cuando entras en el mundo de la caricatura te vez a ti mismo"(2), es decir el espectador se asume en el papel del personaje de caricatura, si los dibujos son un medio de comunicación, la caricatura llega a un mayor número de lectores, de ahí la importancia caricatura política. Eso fue lo que me motivo a hacer mi propia caricatura, el autoconocimiento, dejando de lado la solemnidad de mis actos, comprendí lo importante que es aprender a reír de mi mismo. 2010 fue un año que se presentaba como el año en que hacíamos un corte de caja como nación, estamos mejor que hace 200 años o igual que hace 100 años o todo lo contrario, decidí llevar un diario todo ese año, en una agenda dibujaba día con día mis pato-aventuras, narradas en diferentes técnicas pero todo en caricatura. Abajo a la izquierda sello de goma, surge de un taller de Joel Rendon y su "estampa al minuto" me parece una genialidad, abajo a la derecha un collage.



Ese auto conocimiento me a llevado a hacer experimentaciones cada ver menos figurativas; abajo a la izquierda collage con fotocopia sugerido por Ixchel Estrada, abajo a la derecha mancha de color  y composición digital.



Actualmente realizó un estudio tridimensional  de mi propia caricatura, que me permite mejorar mi técnica de dibujo, al observar la escultura desde diferentes ángulos e interpretando de mejor manera las luces y sombras. Técnica empleada en los mas grandes estudios de animación, porque no habría de retomarlo para mis propios propósitos. Este post tiene la intención de animarlos a dibujar ustedes mismos su propia caricatura.


Notas: 1. "El comic y su utilización didáctica" de J. L. Rodríguez Diéguez, editado por  GG. 
2. "Entender el cómic", Scott Mc Cloud, ed. Astiberri.

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